domingo, 4 de mayo de 2014

Corazón de Origami.

De repente me di cuenta, que mi corazón era de origami.
Se moldeaba de formas distintas dependiendo a quien amase.

Una gaviota blanca sobre el mar, un verano fué, como la corteza de un pino castellano, un noviembre se vistió.

Hubo tiempos que galopaba como caballo desbocado y minutos extremos que se encogió ¡igual que gato acurrucado!.

Vistió galas de ensueño y se sintió como guijarros de arapos arrancados.

Quisieron despojarlo de mi pecho, jugar con trampas y embustes, saltó a mis entrañas y volvió... ¡vomitando angustias!.

Siempre supo vestirse, disfrazarse de amor y penas, siempre supo que era de papel,  un papel reciclado de sentimientos, de color púrpura y vibrante, de vidas secretas y quereres a gritos, un papel que se destiñe de amor,  un papel que siempre,  absolutamente siempre es...  ¡sonriente y libre!

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