domingo, 21 de agosto de 2011

MAMÁ.



MAR, EL MAR, LA MAR
  
La de los días de lluvia, la de los días de lluvia.... repetía continuamente.

Sus hijos asombrados y excépticos la miraban,
sin saber lo que quería decir,
 sin poder imaginar que su madre dentro de la espiral de la demencia,
 seguía recordando aquéllas tardes, de hace ya  40 años .

Escuchaba sus risas, sus gritos gozosos al correr por la playa detrás de sus hijos,
jugando sin parar, en el mar,
 el sonido de las olas,
sobre todo... aquélla brisa,
 la de los días de lluvia, qué bailaba al son de la mar.

La seguía sintiendo, no recordaba nada,
pero no olvidaba esa brisa rozando su rostro curtido por el tiempo.

No olvidaba el mar, la mar, su mar.