jueves, 22 de enero de 2015

MI PUTA.


Allí estaba, otra noche, otro café solo, la misma sonrisa enmascarada, los mismos ojos huidizos y agotados.

Así era, rostro redondo a juego con sus caderas, boca chiquita como su secreto, ojos grandes como sus pechos, palabras escuetas como sus besos.

Años, inciertos años los suyos, tanto como sus pensamientos, arrugadas sus huellas, como sus sueños alejados.

Su mano… suave, pequeña, tímida y olvidad entre cuerpos extraños, ¡ay sus manos…!

A expensas de otros, de carteras para vivir, de sábanas que apuñalan, de gritos que amargan… de años sin tiempo.

Es mi puta, ella, la mujer que deseo, la única… y no la tengo… y no lo sabe.