domingo, 24 de noviembre de 2013

Marina azul.

Marina a pastel.

DIME...


Dime… ¿por qué tus besos ya tienen dueño?
¿Por qué no van a mis labios?

Dime…
¿por qué siento abrazos rotos?
Si rotos, solo están si mueren.


Dime… ¿por qué mis lágrimas son dulces,
si mi dolor es tan grande como un mar?

Dime…
¿dime por qué tus caricias,
tienen caducidad, y no mueren en mi piel?


Dime…


Dime… ¿por qué deseando mi cuerpo,
huyes en contra del viento?

Dime…
¿dime por qué niegas que me amas?
Y te escondes entre sus faldas.

Dime…
¿dime por qué juegas
al escondite de sentimientos?


Dime…


Dime… ¿por qué soñaba despierta?
Si al dormir no te sentía.

Dime…
¿por qué tus palabras,
se clavaron en mi alma?

Dime…
¿por qué tanto dolor provocaste?
Si yo solo quería amarte.

Dime…
¿por qué las mentiras,
te resultan tan fáciles?

Dime…

Dime…


24-Noviembre-2013. Elena.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

VIDA, NUESTRA VIDA.


Dicen que la vida es dura y hasta cruel, no creo eso.

La vida es sencilla, divertida, bonita, dulce, intrigante, fastuosa, encantadora, maliciosa a dosis pequeñas,  ¡entusiasta a raudales!

La vida es nuestro camino hacia la muerte, palabra que todo el mundo teme, pero que solo sabemos que es el final de la vida… o el principio de algo que desconocemos.
La vida hay que saber bailarla, reírla y llorarla en su debido tiempo y cantidad necesaria, no hay que dramatizarla, ni subestimarla, hay que dar la importancia que tiene, la que nosotros tenemos en ella, ¿quien mejor que uno mismo para valorarla?
Tenemos un camino, nuestros años, un ritmo, nuestro baile, hagamos de ella lo mejor, que cuando nos llegue la muerte con esa cara tan fúnebre con la que nos la pintan, sonriamos y digamos:


! Venga mujer, llévame que la vida ya está cansada de mí ¡



Entonces nos iremos con esa relajación que da el haber vivido como mejor hemos podido, haber sabido reírnos a tiempo de las desgracias que nos llegan, haber llorado a quienes partieron antes que nosotros y que nos enseñaron el camino gracias a su experiencia, haber amado a quienes no lo merecían, pero aún así… les amamos en su momento,  amado a quienes lo merecen y  que siempre estaremos en el lado de su alma, haber jugado con el agua, sentido la yerba en nuestra piel, al igual que la nieve y el sol, haber sentido miles de orgasmos y muerto de placer en brazos del amante, disfrutar conversaciones intelectuales y de besugos con el mismo entusiasmo,  caminar bajo la lluvia sonriendo a diestro y siniestro, aprender a mirar dentro de las personas y no tan fuera como sus pelos,  beber a sorbos la simpatía y el cariño, vomitar miedos y traumas, devorar  sonrisas y sueños,  no perder nunca las ilusiones ni las carcajadas, guardar en nuestra caja especial el olor de la infancia, el sabor del primer beso, la suavidad de esa caricia, el sonido de las palabras dolidas y queridas,  la imagen del caos y de los ojos más hermosos.


La vida, es nuestro camino de baldosas de colores, nosotros lo construimos con cada sensación, cada palabra, cada sentimiento que conseguimos expresar o interiorizar, la vida… somos nosotros, nuestro color especial, nuestra pieza del puzle, nuestro despertar, nuestras caricias y besos que se perdieron antes de llegar a su dueño, y aquéllos que reposan en cuerpos amantes.


Somos un todo… en un mundo que parece un nada a veces, no creamos ser un nada, en un mundo que es todo, porque cada uno, somos nuestra vida.



Elena.

20-noviembre-2013.

viernes, 25 de octubre de 2013

"Retazos del alma" Presentación Valladolid.



Presentación en Librerías Oletvm, Valladolid (España) 
del libro "Retazos del alma" del escritor Francisco Villagrá.
Portada, ilustraciones y prólogo, realizados por mí.
Fotografía, "Tú vídeo y algo más", (679476198), Bernardo.

martes, 22 de octubre de 2013

Retazos.

Óleo sobre lienzo.
Portada del libro "Retazos del alma"
 del escritor Francisco Villagrá.

domingo, 13 de octubre de 2013

TENGO GANAS...





TENGO GANAS…




Tengo ganas de gritar,
De desatar los nudos que atan mi voz.

De salir corriendo hacia atrás,
Y recuperar los pasos que perdí.

Tengo ganas de llorar,
De calmar a mis ojos de su sed.

De dormir y no soñar,
De  soñar sin dormir.

Tengo ganas de reír,
De  naufragar en sonrisas guardadas.

De encontrar los besos,
Que guardados escondí.

Tengo miedos olvidados,
Encerrados en la claridad.

De vivir las  memorias ancladas,
En  poemas jadeantes.

Tengo ganas de partir,
Al  lugar creciente de libertad.

De amar hasta el agotamiento,
y volver amar sin mirar el tiempo.

De sentir y volver a sentir,
De no dejar jamás de tener ganas… 

Ganas de… de ¡tener más ganas!

jueves, 3 de octubre de 2013

"MI..."

Mi piel dormida grita,
mi boca callada se ahoga en silencios,
mis manos... juegan a esconder caricias,
mi lengua desea prenderse y arder.

Mi tiempo... miente las horas.
mis pechos encierran secretos desbordados de luz,
mis besos... guardan arco iris.


Mi jardín siempre tiene primaveras,
mis sueños... no quieren ser dormidos,
mis palabras, despiertan el celo a mis ojos.


Mi vida desea...
te desea...



viernes, 13 de septiembre de 2013

Auto-lesiones.




Es difícil ser uno mismo muchas veces, es difícil ser lo que no eres muchas veces, es difícil respirar y vivir al ritmo de la vida, pero es mucho más fácil dejarse  llevar por ella, que poner barreras que nos hace el camino mucho más complicado.
Nos empeñamos en sufrir por sufrir, en ver lo malo de las personas, los errores, acentuar los defectos que tenemos, “auto-lesionarnos” con palabras, que aunque creamos que las lleva el viento, muchas se quedan clavadas en el alma, provocando un dolor inmenso difícil de desterrar. Hay personas que disfrutan y se regodean en su propio dolor, que presumen de él como de una joya a enseñar, que se duchan todas las mañanas con sentimientos negativos y dolores antiguos, qué alardean de daños sufridos, de heridas abiertas sangrantes y algunas… mal cicatrizadas que abren de vez en cuando.
¿Parece mentira verdad? pues sí existen estos especímenes, más de lo que pensamos, y a veces… muchas veces, no nos damos cuenta que nosotros mismos pertenecemos a esa “raza” de humanos masocas.
Por eso es mejor ser uno mismo aunque nos cueste, aunque el dolor crezca por minutos, aunque nos duela demasiado el alma y se nos atraganten palabras en la boca del estómago, palabras que sabemos a quién van dirigidas, palabras cargadas de amor, sentimientos, emociones, vivezas, palabras duras de pronunciar y no por su significado textual, si no por todo lo que llevan escondidas entres sus curvas, las mismas que dejamos escapar cuando quien nos lleva es la vida y no la cordura, cuando en el baile quien nos agarra es el tiempo y no el dolor,  la música es nuestro latido y no estruendos,  y la pista nuestra vida y no el sufrimiento.
Nosotros elegimos, nosotros respiramos, nosotros vivimos, seamos coherentes y tratemos bien a nuestra vida.

lunes, 26 de agosto de 2013

Entre el cielo y la tierra, entre la tierra y el cielo... estamos.


Cuando el cielo está en la tierra,  la tierra nos parece el cielo,  y en el cielo no existe tierra como para poder estar juntos, confundimos la realidad y los sueños.

¿Por qué no podemos soñar en la tierra con un cielo real y dejar que la imaginación y nuestro razocinio, se las apañen solos?, ¿Por qué siempre hay mentes dispuestas a destruir con sus palabras que tu cielo se convierta en nubarrones, cuando tú lo ves del azul más puro que pueda existir? ¿Por qué hay mentes tan obtusas y retorcidas, que son incapaces de disfrutar y sentir lo bueno de un cielo en la tierra? Creo que sé las respuestas a estas preguntas y a la mayoría de ellas relacionadas con otras mentes… a veces hasta de mi mente también. Se tiene MIEDO, miedo a creer que ese cielo caiga, que esa tierra se convierta en agua… y todo se diluya como la lluvia, miedo a no saber si las nubes que tapan las montañas se disiparán soplando o quedarán perpétuas sin color alguno, miedo a lo que no se ve y a lo que se ve y no conocemos, miedo… que se convierte en maneras de vivir lejos de cómo quisiéramos vernos en realidad, de cómo soñamos años atrás, de cómo nos sentimos.
El reflejo del cielo en la tierra, o la tierra en el cielo, lo manejamos nosotros, las luces, los colores, los movimientos, las texturas, todo… todo… podemos controlarlo si realmente nos sentimos seguros de nosotros mismos, y creemos en que el miedo, es un sentimiento que con una sonrisa de frente se difumina y desaparece entre nubes en la arena.
Sigamos con nuestro cielo en la tierra.

sábado, 24 de agosto de 2013

miércoles, 14 de agosto de 2013

Pulp-Disney!!

Camiseta pintada a mano.

ADMIRACIÓN.






Siempre hay a quien admirar, un familiar, un amigo, un conocido aunque sea bastante desconocido, pero pocas veces, muy pocas, nos damos cuenta que nosotros somos la persona que otros admiran, la persona a la que observan de cerca, de la que cogen ejemplo, a la que quieren parecerse, de la que muchos darían lo que “creen no ser” por “ser” como uno mismo.
La lástima, es que no vemos nunca que la persona admirada, la persona que deberíamos admirar todos, somos nosotros mismos.
 Respiramos por nosotros, caminamos por nosotros, nos alimentamos por nosotros, vivimos por nosotros, sentimos por nosotros, o acaso… ¿somos tan idiotas que no vemos lo mucho que valemos? ¿Y somos tan imbéciles de admirar a famosillos llenos de estupidez aguda, a desconocidos  televisivos, que ni siquiera sabemos si su vida merece la pena  que sea observada por nosotros? ¿Somos todos estúpidos o es que hemos perdido el norte? Bueno… todos los puntos cardinales se pierden, si tu vida depende de la admiración que tengas por un personajillo que probablemente ni siquiera tenga el sentido común como para ser una persona coherente y saber que lo que hace es totalmente ridículo.

Llegados a este punto, elijo admirar a personas de mi alrededor, a personas con un millar de millares de sentimientos, de vivencias sufridas y disfrutadas, de amores sentidos, de triunfos y pérdidas a base de esfuerzos, de sueños y metas por conseguir, de besos y caricias desbordados en pieles ajenas y propias, de lágrimas de alegrías y tristezas, de presentes aspirados al mil por mil, de palabras gritadas y calladas, al igual que susurradas y olvidadas.

Hoy, he elegido admirar a mi gente: mi familia,  mis amigos,  mixico, mi gato.

Aún me queda un largo camino, aprender a admirarme a mí misma, a buscar lo escondido y demostrarlo, a saber que soy mucho en tan poca cosa, a encontrarme a mí misma en mi propia admiración.

Ese camino… le estoy recorriendo, despacito, quizás demasiado despacito, pero la meta… ¡llegará!