miércoles, 20 de noviembre de 2013

VIDA, NUESTRA VIDA.


Dicen que la vida es dura y hasta cruel, no creo eso.

La vida es sencilla, divertida, bonita, dulce, intrigante, fastuosa, encantadora, maliciosa a dosis pequeñas,  ¡entusiasta a raudales!

La vida es nuestro camino hacia la muerte, palabra que todo el mundo teme, pero que solo sabemos que es el final de la vida… o el principio de algo que desconocemos.
La vida hay que saber bailarla, reírla y llorarla en su debido tiempo y cantidad necesaria, no hay que dramatizarla, ni subestimarla, hay que dar la importancia que tiene, la que nosotros tenemos en ella, ¿quien mejor que uno mismo para valorarla?
Tenemos un camino, nuestros años, un ritmo, nuestro baile, hagamos de ella lo mejor, que cuando nos llegue la muerte con esa cara tan fúnebre con la que nos la pintan, sonriamos y digamos:


! Venga mujer, llévame que la vida ya está cansada de mí ¡



Entonces nos iremos con esa relajación que da el haber vivido como mejor hemos podido, haber sabido reírnos a tiempo de las desgracias que nos llegan, haber llorado a quienes partieron antes que nosotros y que nos enseñaron el camino gracias a su experiencia, haber amado a quienes no lo merecían, pero aún así… les amamos en su momento,  amado a quienes lo merecen y  que siempre estaremos en el lado de su alma, haber jugado con el agua, sentido la yerba en nuestra piel, al igual que la nieve y el sol, haber sentido miles de orgasmos y muerto de placer en brazos del amante, disfrutar conversaciones intelectuales y de besugos con el mismo entusiasmo,  caminar bajo la lluvia sonriendo a diestro y siniestro, aprender a mirar dentro de las personas y no tan fuera como sus pelos,  beber a sorbos la simpatía y el cariño, vomitar miedos y traumas, devorar  sonrisas y sueños,  no perder nunca las ilusiones ni las carcajadas, guardar en nuestra caja especial el olor de la infancia, el sabor del primer beso, la suavidad de esa caricia, el sonido de las palabras dolidas y queridas,  la imagen del caos y de los ojos más hermosos.


La vida, es nuestro camino de baldosas de colores, nosotros lo construimos con cada sensación, cada palabra, cada sentimiento que conseguimos expresar o interiorizar, la vida… somos nosotros, nuestro color especial, nuestra pieza del puzle, nuestro despertar, nuestras caricias y besos que se perdieron antes de llegar a su dueño, y aquéllos que reposan en cuerpos amantes.


Somos un todo… en un mundo que parece un nada a veces, no creamos ser un nada, en un mundo que es todo, porque cada uno, somos nuestra vida.



Elena.

20-noviembre-2013.